Por Juan Tomás Valenzuela
Haber sido presidente,
no te libera, en Derecho,
de responder por cohecho
y otras causas adyacentes.
Si se armara un expediente
con pruebas documentadas,
como las ya presentadas
en el lío de los Tucanos,
no hay forma de que un Cristiano
se salga como si nada.
Que hayas sido mandatario,
no te dá mérito alguno
para que ningún tribuno
te exima del cuestionario,
si se hiciera necesario
para auscultar, en derecho,
cualquier señal de cohecho
que presente tu gestión,
como el caso de Rondón
y el ñú comedor de afrecho.
No es verdad, amigo mío,
que si cogiste lo ajeno,
te vas a librar del cieno
como este ungido gandío.
Si te metiste en el lío,
como se metió Gonzalo,
no habrá un comedor de escualo
que pueda sacarte ileso,
de los debidos procesos
que se estilan a los malos.
No es verdad, señor Reinaldo,
que aunque usted nade en el lodo,
se salvará, de algún modo,
igual Cristina Lizardo,
de lo que supone, el fardo
de prueba incriminatorias.
Si se apela a la memoria
de quienes eran ustedes,
en la cárcel no hay paredes
pá retener tanta escoria.
Yo sólo apelo al buen juicio
de nuestra procuradora,
quien al menos hasta ahora,
ha dado buenos indicios,
de que aquí no habrá armisticio
contra dolo y corrupción.
Ni pá Temo, ni Rondón,
ni Alejandrina Germán,
ni el penco, ni Jean Alain,
aquí habrá contemplación.
Juan de los Palotes
25 septiembre 2020